Enfrentarse a los miedos nocturnos requiere de la predisposición de los pequeños para superarlos. Los recursos que utiliza esta historia para convencer a su protagonista de esa necesidad se apoyan humorísticamente en la soledad y el cansancio del pequeño monstruo que habita en el armario, obligado a asustar durante todas las noches y sin un lecho donde después cobijarse. Será Marcos quien le ofrezca las dos cosas. Enfrentarse a los miedos nocturnos requiere de la predisposición de los pequeños para superarlos. Los recursos que utiliza esta historia para convencer a su protagonista de esa necesidad se apoyan humorísticamente en la soledad y el cansancio del pequeño monstruo que habita en el armario, obligado a asustar durante todas las noches y sin un lecho donde después cobijarse. Será Marcos quien le ofrezca las dos cosas.
Marcos ya no tiene miedo
Por la noche, Marcos siempre encuentra mil excusas para no irse a dormir: acabar un juego, leer un libro, mirar la televisión… porque Marcos es un poquito miedoso y no quiere quedarse solo y a oscuras. Esta noche, la abuela le ha contado un cuento y después ha apagado la luz.