Cuentos y leyendas de Armenia
Los campesinos de la antigua comarca de Ararat tienen la costumbre de santiguarse cuando alguien, delante de ellos, invoca el nombre de Dios. Así manifiestan el respeto que sienten por el Creador de todas las cosas, pero eso no les impide dar muestras de espíritu crítico llegado el caso:
–¡Dios se equivocó al repartir los años de vida entre seres vivos! –dicen, por ejemplo–. Y un error semejante, ¡es grave, para un Dios!
Y así explican lo ocurrido.
Al principio, Dios creó los cielos y la Tierra. La Tierra era informe y estaba vacía, solo habitada por tinieblas.