Tras los pasos de Leonardo da Vinci
–Este muchacho me va a matar. ¡Leonardo! ¡Leonardo! ¿Dónde te has metido?
Los gritos de la sirvienta resuenan en el calor del mediodía. Los ojos le arden a fuerza de fijar la vista en el resplandeciente horizonte. Se da por vencida y entra precipitadamente en la gran mansión del notario Piero da Vinci, padre de Leonardo.
–Vuestro hijo hará que me vuelva loca, don Piero. Ya no sé qué hacer.
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