La fantasía y la sencillez son las dos cualidades principales de este divertido relato, que juega con los tamaños y las formas de las personas. Con un lenguaje directo no exento de matices líricos –el final es lirismo puro–, acerca a los niños al mundo de los objetos y los fenómenos absurdos e imposibles para detonar así su propia creatividad y dar pie a un verdadero festival de imaginación y ensueño.La fantasía y la sencillez son las dos cualidades principales de este divertido relato, que juega con los tamaños y las formas de las personas. Con un lenguaje directo no exento de matices líricos –el final es lirismo puro–, acerca a los niños al mundo de los objetos y los fenómenos absurdos e imposibles para detonar así su propia creatividad y dar pie a un verdadero festival de imaginación y ensueño.
Si yo fuese muy delgado
Si yo fuese muy, muy delgado, podría entrar en casa por el agujero de la cerradura y reír mucho al ver las caras de mis abuelos tan sorprendidos.Podría subirme sobre sus hombros y descubrir las cosas que siempre se quedan olvidadas sobre los armarios y dormir en una cama más estrecha que el mango de una escoba.