El cuento de los cuentos
Érase una vez, en una selva lejana, muy lejana, un nuevo y brillante día que acababa de comenzar. La luz del sol teñía de rosa los jirones de niebla que descansaban en las copas de los árboles. El aire estaba lleno de chillidos y llamadas de los animales, y del canto de los pájaros. Parecía una mañana como otra cualquiera pero era especial: este iba a ser el día del Cuento de los Cuentos y del Sendero de las Historias que conducía hasta él. Y ahora, justamente, comienza nuestra historia con un mono muy particular.