Peter Pan, el niño que no quería crecer, se coló una noche en casa de los Darling buscando su sombra. Wendy se la cosió muy bien y, para que no se fuera, le dijo que sabía muchos cuentos. Eso era una gran tentación para Peter, que se puso a hablarle de las hadas, los niños perdidos, los piratas y las sirenas para que se fuera con él. ¡Cómo deseaba Wendy ver todo aquello! Pero no quería irse sin sus hermanos. Así que Peter enseñó a volar también a John y a Michael. Y allá van, en alegre bandada, hacia Nunca Jamás. El paso del tiempo no ha empañado el encanto del inolvidable Peter Pan ni de la aventura a la que nos invita. Lejos de la frecuente simplificación de la obra en el cine, el caudal de la arrolladora fantasía de Barrie, asombrosamente conectada con la infancia, se enriquece con el humor, la emoción, la melancolía, la ironía y una actitud crítica hacia la educación que se daba a los niños en su entorno social. Esta cuidada edición con ilustraciones en color es un pasaje para el maravilloso país de la infancia, nada menos.
Peter Pan, el niño que no quería crecer, se coló una noche en casa de los Darling buscando su sombra. Wendy se la cosió muy bien y, para que no se fuera, le dijo que sabía muchos cuentos. Eso era una gran tentación para Peter, que se puso a hablarle de las hadas, los niños perdidos, los piratas y las sirenas para que se fuera con él. ¡Cómo deseaba Wendy ver todo aquello! Pero no quería irse sin sus hermanos. Así que Peter enseñó a volar también a John y a Michael. Y allá van,... Seguir leyendo
Peter Pan
Todos los niños, menos uno, se hacen mayores. Tardan poco en saberlo y Wendy no iba a ser menos. Tenía dos años y estaba jugando en el jardín cuando tomó una flor y corrió hacia su mamá para dársela. Supongo que debía de tener un aspecto encantador, puesto que la señora Darling se llevó una mano al corazón y exclamó: «¡Ay, ojalá te quedaras así para siempre!». No volvieron a hablar de ello, pero a partir de entonces Wendy supo que iba a hacerse mayor.. Todos nos enteramos de estas cosas poco después de cumplir los dos años. Los dos años son el principio del fin.