Quico está feliz porque es un día de fiesta y no tiene que ir al colegio. Pero no podrá jugar con su vecino Felipe, porque este tiene gripe. Entonces, decide que jugará con sus muñecos de trapo y con su gato. Quico sale a jugar un rato a la calle con la pantera y el tigre de trapo, y con su gato. Y así los cuatro juntos van en busca de un tesoro. Pero Quico descubrirá cuál es su auténtico tesoro, y le sorprenderá. Libro orientado a aquellos que comienzan a leer, está escrito en mayúsculas, con frases cortas y sencillas. Las rimas que aparecen en cada página podrán ayudar a los primeros lectores a dar sus primeros pasos. Los dibujos, de gran calidad, ilustran un día sin colegio en la vida de un niño, en el que lo cotidiano, la familia y el mundo fantástico del niño en sus juegos, se dan cita. En las ilustraciones está presente el humor, con la habitual maestría de Urberuaga, y los muñecos de trapo parecen cobrar vida.
Quico está feliz porque es un día de fiesta y no tiene que ir al colegio. Pero no podrá jugar con su vecino Felipe, porque este tiene gripe. Entonces, decide que jugará con sus muñecos de trapo y con su gato. Quico sale a jugar un rato a la calle con la pantera y el tigre de trapo, y con su gato. Y así los cuatro juntos van en busca de un tesoro. Pero Quico descubrirá cuál es su auténtico tesoro, y le sorprenderá. Libro orientado a aquellos que comienzan a leer, está escrito en mayúsculas, con frases... Seguir leyendo
El tesoro de Quico
Ayer se levantó Quico a eso de las nueve y pico y saludó, muy feliz, a su gato regaliz.
-Hoy no hay cole, qué alegría, podré jugar todo el día con mi casco, con mi gato y mis muñecos de trapo.
-¿Por qué no jugáis, amigos, al escondite conmigo? Escondeos mientras cuento y os encuentro en un momento.
-¿Qué haces ahí, pasmarote, moviendo tanto el bigote? ¿Por qué no te has escondido? ¡Que gato tan aburrido!
El niño echaba de menos a su amigo del noveno. Se aburría sin Felipe, que estaba en cama con gripe.