El misterio de la Ronda de Noche
La maestra estaba hablando de arte, y contaba la vida de los pintores como si fueran novelas. En el libro que pasaba de mano en mano entre los escolares podían verse «obras maestras», como ella decía. Eran bonitas, con muchos colores. Los chavales se llenaban los ojos con aquellas imágenes, se dejaban hipnotizar por todos esos tipos vestidos de forma tan distinta. Había pintores italianos, franceses, alemanes, ingleses, españoles, de Flandes...
–Seño, ¿qué es Flandes?– preguntó Tito.