Willy llama a gritos a su mamá; no puede dormir porque un monstruo que se esconde bajo su cama le va a robar su peluche. Su madre decide mirar y demostrarle que allí sólo hay unos pantalones, una flauta, su dromedario Joroas, y... también... ¡aaaaaaah! un ratón. Willy no comprende cómo algo tan pequeño puede asustarla, pero se promete cazarlo para que su madre deje de tener miedo. Un libro que, con gran sentido del humor, nos muestra que los miedos irracionales pertenecen no sólo al mundo de los pequeños sino también al de los adultos.Willy llama a gritos a su mamá; no puede dormir porque un monstruo que se esconde bajo su cama le va a robar su peluche. Su madre decide mirar y demostrarle que allí sólo hay unos pantalones, una flauta, su dromedario Joroas, y... también... ¡aaaaaaah! un ratón. Willy no comprende cómo algo tan pequeño puede asustarla, pero se promete cazarlo para que su madre deje de tener miedo. Un libro que, con gran sentido del humor, nos muestra que los miedos irracionales pertenecen no sólo al mundo de los pequeños sino también al de los adultos.
Un monstruo debajo de la cama
Willy está seguro de que debajo de su cama hay un monstruo... Todavía no lo ha visto, pero él sabe que está ahí. “Una noche subirá a la cama y me robará el oso de peluche”, piensa Willy. Y Willy, muerto de miedo, se tapa la cabeza con la colcha.