Con el humor ácido y un poco surrealista, en la línea de otros personajes del tebeo español como Mortadelo o SuperLópez, Amadeo Bola, detective de una agencia de seguros, es capaz de complicar el caso más sencillo del mundo, pero al final seguro que descubre al culpable. Mediante un lenguaje desenfadado y ameno, Amadeo nos cuenta el último gran misterio de su divertida carrera detectivesca y nos ofrece cinco finales alternativos para que pueda llover a gusto de todos.
Con el humor ácido y un poco surrealista, en la línea de otros personajes del tebeo español como Mortadelo o SuperLópez, Amadeo Bola, detective de una agencia de seguros, es capaz de complicar el caso más sencillo del mundo, pero al final seguro que descubre al culpable. Mediante un lenguaje desenfadado y ameno, Amadeo nos cuenta el último gran misterio de su divertida carrera detectivesca y nos ofrece cinco finales alternativos para que pueda llover a gusto de todos.
El misterio del elefante desaparecido
Yo estaba entrando en mi piso por la ventana del patio, jugándome la vida, con el periódico entre los dientes, los pies en la pequeña cornisa y las manos en dos precarios salientes. Y claro, vosotros os preguntaréis: ¿qué hace Amadeo entrando en su piso por la ventana del patio, jugándose la vida, con el periódico entre los dientes, los pies en la pequeña cornisa y las manos en dos precarios salientes? Pues Amadeo, o sea yo, estaba entrando por la ventana aquel día porque había ido a por el periódico y me había dejado las llaves en casa. Así de tonto.