A través de este breve cuento, cuya protagonista es una tetera vanidosa, Andersen presenta un mensaje positivo sobre la vida. Las circunstancias adversas que tiene que sufrir este objeto lo convierten en un ser más humilde y generoso, descubriéndole además que la felicidad puede encontrarse en las situaciones más insospechadas. El lenguaje cotidiano que utiliza el autor está lleno de lirismo y fuerza imaginativa, reforzados en esta edición por unas ilustraciones coloristas y llenas de evocaciones poéticas.
A través de este breve cuento, cuya protagonista es una tetera vanidosa, Andersen presenta un mensaje positivo sobre la vida. Las circunstancias adversas que tiene que sufrir este objeto lo convierten en un ser más humilde y generoso, descubriéndole además que la felicidad puede encontrarse en las situaciones más insospechadas. El lenguaje cotidiano que utiliza el autor está lleno de lirismo y fuerza imaginativa, reforzados en esta edición por unas ilustraciones coloristas y llenas de evocaciones poéticas.
La tetera
Había una tetera muy orgullosa, orgullosa de su porcelana, orgullosa de su pitorro largo, orgullosa de su ancha asa. Tenía algo por delante y algo por detrás, y era de eso de lo que hablaba. Pero no hablaba de su tapadera, estaba rota, estaba rajada, tenía un defecto y a nadie le gusta hablar de sus defectos, ya lo hacen los demás.