En esta nueva entrega de las aventuras de la bruja Brunilda nuestra protagonista no está dispuesta a pasar frío durante todo el invierno. Su falta de paciencia le va a llevar a hechizar su jardín para que en él llegue ya el verano. Pero pronto no tendrá más remedio que admitir que las plantas, los animales e incluso ella misma sufren más que disfrutan de ese calor fuera de temporada. Un divertido álbum idóneo para trabajar con los niños la importancia de tener paciencia y saber respetar los ritmos naturales que marca nuestro entorno.
En esta nueva entrega de las aventuras de la bruja Brunilda nuestra protagonista no está dispuesta a pasar frío durante todo el invierno. Su falta de paciencia le va a llevar a hechizar su jardín para que en él llegue ya el verano. Pero pronto no tendrá más remedio que admitir que las plantas, los animales e incluso ella misma sufren más que disfrutan de ese calor fuera de temporada. Un divertido álbum idóneo para trabajar con los niños la importancia de tener paciencia y saber respetar los ritmos naturales que marca... Seguir leyendo
La bruja Brunilda y el invierno
La bruja Brunilda se asomó a la ventana, tiritando. El jardín estaba cubierto de nieve. La fuente se había congelado. De los tejados colgaban carámbanos enormes.
–Estoy harta del inverno –refunfuñó.
Bruno entró por la gatera. Llevaba las pezuñas empapadas y los bigotes congelados. Él también estaba harto del invierno.
De pronto, Brunilda tuvo una idea. Dejó de hacer lo que estaba haciendo, tomó su gran libro de hechizos y comenzó a leer con atención.