Dragones
Cerca de la ciudad de Silene vivía un sanguinario dragón. Después de acabar con los caballeros del rey, exigió a los habitantes de la ciudad que lo alimentaran con sus ovejas. Cuando estas se acabaron, el rey le suplicó que se fuera.
«Ahora me tenéis que dar a vuestros hijos», dijo el dragón, «o todos moriréis».