Una historia que muestra los habituales conflictos de la infancia y las relaciones entre los sexos opuestos. El protagonista se siente rechazado dentro de un grupo de niñas que sólo quieren jugar a las hadas. El niño encuentra a otra niña que rompe los estereotipos y juntos consiguen hacer desaparecer a estos personajes para siempre. El lector puede identificarse fácilmente con los personajes de esta historia y los conflictos que se plantean. Una historia que muestra los habituales conflictos de la infancia y las relaciones entre los sexos opuestos. El protagonista se siente rechazado dentro de un grupo de niñas que sólo quieren jugar a las hadas. El niño encuentra a otra niña que rompe los estereotipos y juntos consiguen hacer desaparecer a estos personajes para siempre. El lector puede identificarse fácilmente con los personajes de esta historia y los conflictos que se plantean.
David y las hadas
David King se sentó, pensativo, sobre su balón. David tenía un problema: las hadas. Había hadas en su jardín. Estaban justo en el fondo. Bueno, no sólo en el fondo, estaban por todo el jardín. Bailando, saltando, cantando, haciendo toda clase de tonterías propias de las hadas. Había suficientes para ponerle a uno enfermo.