Para Iholdi no es fácil guardar todos los secretos. Casi siempre los líos en los que se mete, o la meten los demás, tienen algo de peligroso. Por eso nunca se atreve a contárselos a nadie, aunque echa de menos a alguien que le dé consejos. Por eso escribe cartas a su abuela, que está en el cielo, y aunque no le contesta a vuelta de correo, sí que desde allí arriba le ayuda a pensar una solución mientras escribe. Un libro lleno de ternura, que acercará a los niños a coyunturas que hacen crecer.
Para Iholdi no es fácil guardar todos los secretos. Casi siempre los líos en los que se mete, o la meten los demás, tienen algo de peligroso. Por eso nunca se atreve a contárselos a nadie, aunque echa de menos a alguien que le dé consejos. Por eso escribe cartas a su abuela, que está en el cielo, y aunque no le contesta a vuelta de correo, sí que desde allí arriba le ayuda a pensar una solución mientras escribe. Un libro lleno de ternura, que acercará a los niños a coyunturas que... Seguir leyendo
Los secretos de Iholdi
Abuela, tengo un gran secreto y no sé a quién contárselo. Me dicen que estás en el cielo y yo, a veces, me quedo mirando hacia las nubes, sobre todo cuando veo pasar los aviones. Entonces, me imagino que Dios te ha encargado el trabajo de dirigir el tráfico allá arriba, como hacen los guardias de circulación en la calle, porque antes tampoco podías estar sin hacer nada, y seguro que ahora también en el cielo trabajas y nos observas.