Polisapo es un joven sapo con un único y ferviente deseo: ser policía. Todo el día repite su deseo a cualquiera que se le cruce por el camino, y es tan insistente que después de terminar sus estudios secundarios emprende un largo viaje rumbo a Luque, para cumplir con su ansiado sueño. En su periplo se encuentra con animales que comienzan a desalentarlo, y en la academia es rechazado una y otra vez por su baja forma física, por su poca estatura, por su color. Plagado de acertadas metáforas contra la intolerancia y a favor de la convivencia de los seres humanos, además de su descontada calidad literaria, este cuento introduce a sus lectores en un mundo mágico y desconocido: el de la hermosa tierra paraguaya.
Polisapo es un joven sapo con un único y ferviente deseo: ser policía. Todo el día repite su deseo a cualquiera que se le cruce por el camino, y es tan insistente que después de terminar sus estudios secundarios emprende un largo viaje rumbo a Luque, para cumplir con su ansiado sueño. En su periplo se encuentra con animales que comienzan a desalentarlo, y en la academia es rechazado una y otra vez por su baja forma física, por su poca estatura, por su color. Plagado de acertadas metáforas contra la intolerancia y a favor de la convivencia... Seguir leyendo
Polisapo
Hace un kilo de años, en un charco que había cerca de Horqueta, en el departamento de Concepción en la República del Paraguay, vivía un sapo que quería ser policía.
Todas las mañanas, al lavarse la cara antes de ir a la escuela decía a su mamá Sapa:
–Quiero ser policía.
La madre seguía juntando huevos de caracol para el desayuno. Planchaba el delantal. O batía un poco de nata con azúcar.
Camino a la escuela el Sapo se cruzaba con la Garza y le decía:
–Quiero ser policía.
La Garza se hacía la desentendida...