La Biblia

Jacob, el Patriarca, con doce de sus hijos y una descendencia de setenta personas en total, se instaló en Egipto, donde José, el doceavo hijo de Jacob, ocupaba un alto cargo. Los hijos y los descendientes de Jacob se llamaron “israelitas” porque Jacob tenía por sobrenombre “Israel”.
Ocurrió que José, y también sus hermanos, murieron, pero dejaron una larga descendencia: “los israelitas fueron fecundos y se multiplicaron: llegaron a ser muy numerosos y fuertes y llenaron el país”.