El conflicto que se crea al no aceptar la propia imagen, preocupante por su actualidad y su repercusión entre niños y niñas, es tratado con acierto y gracia en este álbum, personificándolo en una simpática elefanta humanizada. El gozoso encuentro con uno de sus semejantes le llevará a aceptarse tal como es. Además de un cuento divertido, en buena medida gracias a las ilustraciones, puede ser un puente para abordar este delicado asunto con los pequeños lectores.El conflicto que se crea al no aceptar la propia imagen, preocupante por su actualidad y su repercusión entre niños y niñas, es tratado con acierto y gracia en este álbum, personificándolo en una simpática elefanta humanizada. El gozoso encuentro con uno de sus semejantes le llevará a aceptarse tal como es. Además de un cuento divertido, en buena medida gracias a las ilustraciones, puede ser un puente para abordar este delicado asunto con los pequeños lectores.
Petra
–¡La gordura es hermosura! –dijo Mamá Elefanta. Pero a Petra no le gustaba estar gorda: ella quería ser delgada y elegante. Por la noche soñaba que tenía la cintura fina y las piernas flacas. Soñaba también que daba pasitos graciosos y que no hacía ruido al andar. Pero por las mañanas, al despertarse, seguía igual que siempre.