Juan es el hermano mayor de Tolola y el encargado de darle de comer en algunas ocasiones. El problema es que a su hermana no le gustan ni las zanahorias, ni las patatas, ni los guisantes, ni el pescado, ni, por supuesto, los tomates. Pero Juan encontrará la fórmula para trransformarlos en alimentos fantásticos que Tolola comerá sin rechistar. Un juego con la comida que cuenta con el encanto de las ilustraciones de la autora y el valor añadido de troqueles muy bien resueltos y perfectamente intercalados en la historia. Otro atractivo de la obra es la relación que plantea entre los hermanos, de colaboración y de complicidad, unidos por la imaginación y el juego.
Juan es el hermano mayor de Tolola y el encargado de darle de comer en algunas ocasiones. El problema es que a su hermana no le gustan ni las zanahorias, ni las patatas, ni los guisantes, ni el pescado, ni, por supuesto, los tomates. Pero Juan encontrará la fórmula para trransformarlos en alimentos fantásticos que Tolola comerá sin rechistar. Un juego con la comida que cuenta con el encanto de las ilustraciones de la autora y el valor añadido de troqueles muy bien resueltos y perfectamente intercalados en la historia. Otro atractivo de la obra es la... Seguir leyendo
No quiero comer tomates
Tengo una hermana que se llama Tolola. Es pequeña y divertida. A veces papá y mamá me piden que yo le dé de cenar. Y es un trabajo muy difícil porque Tolola es muy exigente con la comida. Ella nunca comería zanahorias, por ejemplo. Dice que las zanahorias son para los conejos.