Asalto a Veracruz

Es de noche. El reflejo de la luna en el agua hace que el mar parezca de plata. La costa, en cambio, es una barrera de tinieblas. Ninguna luz atraviesa el tupido bosque que bordea el golfo.
La Caprichosa, enarbolando pabellón español, recorre el litoral con sus luces apagadas, ligera y ágil con el viento a favor. Parece un gran pájaro que se desliza silencioso sobre las olas.