El cartero que se convirtió en carta es un libro de literatura infantil y juvenil dirigido a niños de seis años. Fue escrito por Alfredo Gómez Cerdá e ilustrado por Emilio Urberuaga. Se trata de un libro que a pesar de su brevedad resulta muy interesante a la par que entretenido tanto para público joven como para no público no tan joven.
Las ilustraciones juegan un papel muy importante en el libro, encontramos más páginas dedicadas a estas que al propio texto. Siempre que puede, el ilustrador utiliza colores cálidos que nos transmiten cercanía y alegría. Las imágenes nos sirven para complementar el texto, nos ayudan a hacernos una idea de lo que está describiendo el texto además de desempeñar un rol importante a la hora de conocer a los personajes, ya que por ejemplo el personaje principal no se describe en el texto y lo podemos conocer físicamente gracias a las ilustraciones. Aunque, por otro lado, los personajes no se muestran muy expresivos, únicamente podemos identificar algunas marcas de felicidad.
El texto por su parte nos engancha a su lectura. La forma de escribir del autor lo convierte en un texto divertido, con la presencia de una gran cantidad de diálogo que hacen que su lectura sea entretenida y rápida. Una vez se empieza a leer resulta complicado parar hasta no haber terminado el libro.
La historia nos cuenta como un cartero que nunca había salido de un pequeño pueblo y que soñaba con viajar por todo el mundo termina viendo su sueño hecho realidad gracias a la ayuda de una pequeña bruja. Basada en la rutinaria vida del personaje principal, el cartero, la historia termina cuando este ve su sueño cumplido. El hecho de que se base en una rutina no convierte la historia en aburrida, sino por el contrario entretenida y que crea la sensación de intriga en el lector por saber dónde querrá viajar el cartero ese día.
Se trata de un libro que mezcla las aventuras con la fantasía, ideal para todos aquellos que quieran pasar un rato genial y entretenido leyendo y así descubrir cómo uno puede ver sus sueños hechos realidad.

Catarro a la pimienta es un libro de literatura infantil y juvenil escrito por la famosa escritora austriaca Christine Nöstlinger. Fue traducido del alemán y publicado por la editorial SM en la colección El barco de vapor el año 1992. Asun Baizola fue la encargada de la traducción y las ilustraciones.
Se observa rápidamente que la cantidad de ilustraciones del libro es mucho menor de lo que se acostumbra a ver en un libro dirigido para un público de 6 años. Encontramos muchas más páginas dedicadas al texto que dedicadas a las imágenes, pero cuando estas aparecen nos son de gran ayuda para complementar la lectura. La mayor parte de colores utilizados en ellas son fríos, lo que nos transmite el estado del protagonista. Además, las caras de los personajes son muy expresivas, lo que ayuda a identificar sus sentimientos.
Gran parte del texto está escrito en forma de diálogo, así la autora trata de darle a la lectura un ritmo rápido y entretenido. Encontramos un lenguaje adecuado sin palabras complicadas y que facilita la lectura. La historia es divertida y entretenida por lo que esto hace que sea una lectura rápida. La forma de escribir de la autora nos hace ver los problemas de Franz des de un punto de vista gracioso.
El libro nos cuenta las divertidas historias de Franz, aunque no fueron tan divertidas para él. Al protagonista no es que le entusiasmara especialmente ir al colegio, así que trataba de arreglárselas para no ir. Pero con tan mala suerte que siempre que conseguía caer enfermo y librarse del colegio era fin de semana. Una vez en casa de Franz cayeron todos enfermos con gripe menos él. Consiguió engañar a sus padres para no ir al colegio, aunque si hubiera sabido todo lo que ocurrió no lo habría hecho. Otro día tuvo tan mala suerte que justo se rompió la pierna el día de antes de una excursión. También encontramos otra historia de cuando tuvo una reacción alérgica y se puso completamente rojo por un día.
Catarro a la pimienta es un divertido libro donde encontramos tres historias graciosas para el lector, de las cuales podemos extraer distintas moralejas. El libro se hace fácil a la lectura y entretenido, nos crea la sensación de incertidumbre por averiguar que le pasará a Franz en sus aventuras.