La huella de la pantera
Djit se despierta sobresaltado. Un búho ulula a lo lejos. Es lo único que se oye. La selva está en silencio. Un silencio extraño. Djit coge su lanza y se levanta sin hacer ruido. Con cuidado, pasa por encima del abuelo. Fuera, en la puerta de la cabaña –que está apoyada en troncos de árbol, a diez metros del suelo–, mira a su alrededor. Por encima de la selva hay una neblina azul. No tardará mucho en salir el sol. Todo parece normal. Sin embargo, hay algo raro. Pero ¿qué es? ¿Habrá serpientes?