Este libro nos acerca la historia de Coco, el hijo de una familia de cocos que se esfuerza tanto como sus parientes por ser desagradable con todo el mundo. Una propuesta original en la que la autora da la vuelta a las consignas educativas tradicionales, y ejemplifica a los niños hasta qué punto puede a veces ser difícil ser maleducado y hostil, cuando somos tratados con amabilidad, paciencia y educación. El texto plantea con mucha ironía un enfrentamiento entre las formas rudas y las amables, en el que claramente ganan estas últimas.
Este libro nos acerca la historia de Coco, el hijo de una familia de cocos que se esfuerza tanto como sus parientes por ser desagradable con todo el mundo. Una propuesta original en la que la autora da la vuelta a las consignas educativas tradicionales, y ejemplifica a los niños hasta qué punto puede a veces ser difícil ser maleducado y hostil, cuando somos tratados con amabilidad, paciencia y educación. El texto plantea con mucha ironía un enfrentamiento entre las formas rudas y las amables, en el que claramente ganan estas últimas.
Coco va al cole
Coco era el más pequeño de una familia de cocos, y estaba muy mal educado. Sabía abrir la boca para masticar, tirarse pedos, romperlo todo, ensuciarse de barro y eructar. Sus padres estaban muy orgullosos de él: ¡era tan desagradable!
Su casa era tan fea que los vecinos daban un rodeo para no pasar por delante, aunque, últimamente, el señor y la señora Coco se quejaban de que cada vez era más difícil molestar.
–¡La gente se está volviendo demasiado amable!
Eso hacía espantosamente difícil su trabajo...