En su última aventura, el mapache Morris conseguirá otra hazaña: encontrar una terrible pesadilla para el lobo Lupino. Desde que no tiene pesadillas el lobo Lupino no es un lobo feroz. Pero ¿dónde se puede conseguir una pesadilla? Seguro que con ayuda de sus amigos del bosque encuentra una solución. Tendrá que juntar todas las cosas horribles que se le ocurran para fabricarla. Lo malo de las pesadillas horribles es que son horribles de verdad. ¡Ya verás cuando la vea Lupino! Una loca y divertida historia.
En su última aventura, el mapache Morris conseguirá otra hazaña: encontrar una terrible pesadilla para el lobo Lupino. Desde que no tiene pesadillas el lobo Lupino no es un lobo feroz. Pero ¿dónde se puede conseguir una pesadilla? Seguro que con ayuda de sus amigos del bosque encuentra una solución. Tendrá que juntar todas las cosas horribles que se le ocurran para fabricarla. Lo malo de las pesadillas horribles es que son horribles de verdad. ¡Ya verás cuando la vea Lupino! Una loca y divertida historia.
Morris, quiero una pesadilla
Había una vez un mapache llamado Morris. Vivía con su mamá y su papá. Y con su hermanito, Rayujo.
Morris iba al cole, jugaba, dormía... Bueno, dormía hasta que alguien lo despertaba justo a la mitad de un ronquido. Alguien que venía a pedirle ayuda...
–¡Despierta, Morris! –le dijo el lobo Lupino al oído.
Morris abrió un ojo. Y decidió cerrarlo otro ratito más.
Pero Lupino tenía algo importante que decirle, así que lo sacudió como una alfombra.
–¡Despierta, Morris! ¡Necesito una pesadilla!
Morris pegó un respingo.