Misterio del collar desaparecido
Pip y Bets se hallaban sentados en el lugar más fresco de su jardín. Llevaban ropas ligeras, pues el sol de agosto calentaba de firme.
–¡Ya ha transcurrido un mes entero de vacaciones! –exclamó Pip–. Y, exceptuando que hemos pasado dos semanas en la playa, no ha ocurrido nada, absolutamente nada. Es aburridísimo.
–Las vacaciones más aburridas que recuerdo –replicó Bets.