Mi prima Carolina
Mi prima Carolina es una hipócrita de las gordas. Todos los veranos se repite la misma historia: Carolina viene a pasar las vacaciones, ¿y quién tiene que ocuparse de ella? Pues yo, porque no hay nadie más.
Papá pasa fuera toda la semana. Siempre, durante todo el año. Trabaja la cacerola. «Yo trabajo la cacerola», no para de decirlo, es su chistecito particular. Quiere decir que vende cacerolas. Mamá se va a trabajar por la mañana, antes del desayuno, todos los días. De enfermera.