Lord Clayton y Jeremiah se baten a duelo en una fría mañana londinense. El motivo: hacerse con el legendario reloj de Madame Deveraux, que tiene un valor incalculable más que por su valor real por ciertas propiedades mágicas a él añadidas. Jonathan, que tiene doce años, será el encargado de buscarlo para salvar a Marjorie Hadley, su madrastra, prisionera de un reloj que se alimenta de almas. Pero por las calles laberínticas de la Ciudad Antigua las cosas no serán tan sencillas como parecen en un principio para el joven Jonathan...
Lord Clayton y Jeremiah se baten a duelo en una fría mañana londinense. El motivo: hacerse con el legendario reloj de Madame Deveraux, que tiene un valor incalculable más que por su valor real por ciertas propiedades mágicas a él añadidas. Jonathan, que tiene doce años, será el encargado de buscarlo para salvar a Marjorie Hadley, su madrastra, prisionera de un reloj que se alimenta de almas. Pero por las calles laberínticas de la Ciudad Antigua las cosas no serán tan sencillas como parecen en un principio para el... Seguir leyendo
El coleccionista de relojes extraordinarios
Lord Clayton cogió una de las pistolas de la caja con gesto torvo. Sin vacilar, Jeremiah tomó la otra. No dejó de notar que ambas eran armas magníficas, repujadas en oro y plata, con la culata finamente labrada. Lord Clayton cargó la suya. Jeremiah lo imitó. Se miraron a los ojos. No había expresión en ellos. Ni odio, ni rabia, ni desafío, ni orgullo. Solo una insondable profundidad.
–Quince pasos –dijo el juez, el único testigo del duelo que iba a tener lugar en aquella oscura calleja londinense. Se removió, inquieto. Había algo en aquellos dos hombres que no le inspiraba confianza...