Los calzoncillos de Otto Terremoto
Era jueves por la mañana y Otto estaba en la piscina cambiándose después de la clase con la señora Crol. Tenía la ropa tirada por el suelo de la cabina del vestuario.
–¡Ja, ja! ¡TE VEO LOS CALZONCILLOS! –se burló una voz.
Otto agarró enseguida la toalla.
–¿Quién ha dicho eso?
–¡Otto los lleva azules! –se mofaba la voz cantarina.
Otto miró hacia arriba. Dos ojos burlones le observaban con malicia por encima de la pared que separaba una cabina de otra. Era Agustín, su enemigo acérrimo.
–¡Piérdete! –dijo Otto...