A los más pequeños de la casa va dirigido este álbum protagonizado por osos humanizados en el que la adquisición de habilidades higiénicas se convierte en diversión. Al texto rimado, con tanta gracia como las simpáticas ilustraciones, se suma el aliciente de que el váter encastrado en las páginas de cartón deja oír el gluglú de su cisterna al apretar el botón. Un libro-juguete que estimula y afianza lúdicamente el aprendizaje.A los más pequeños de la casa va dirigido este álbum protagonizado por osos humanizados en el que la adquisición de habilidades higiénicas se convierte en diversión. Al texto rimado, con tanta gracia como las simpáticas ilustraciones, se suma el aliciente de que el váter encastrado en las páginas de cartón deja oír el gluglú de su cisterna al apretar el botón. Un libro-juguete que estimula y afianza lúdicamente el aprendizaje.
Ya he acabado
El lunes dijo Mimú: «Yo quiero ser como tú». Y preguntó a su papá: «¿Puedo usar el váter ya?».
El martes, pegando un salto, dijo: «El váter es muy alto». «Pues súbete a una banqueta», le contestó mamá Cleta.