Tirante el Blanco
–Os reciben con todos los honores, primo. ¿Quién sabe? Igual nos encontramos más de una sorpresa en esta bienvenida.
–Alegrémonos por ello, Diafebus. Pero no olvidemos que venimos a luchar.
–Bienvenido a Constantinopla, joven bretón; el emperador os espera ansioso.
–No es poca la alegría que me causa vuestra venida, presto habéis respondido al ruego que por boca del Rey de Sicilia os he hecho.