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"Quiero presentarme con un abanico hecho con varillas de siete maderas distintas en las que aparecen pintadas al abrirlo las siete siguientes palabras: misterio, conocimiento, imaginación, escalofrío, memoria, lenguaje y éxtasis."
Joan Manuel Gisbert Ponsole nació en Barcelona el 16 de octubre de 1949. Estudió Ingeniería Técnica Eléctrica y desarrolló su primer trabajo en un taller. Su incursión en el campo de la literatura llega de la mano de la editorial Plaza y Janés, al formar parte de su plantilla descubre que su verdadera vocación es la de escritor. Posteriormente se traslada a París donde cursa estudios de técnicas teatrales. A su regreso a Barcelona se incorpora como director del grupo de teatro del Instituto Norteamericano para el que había compuesto diversos guiones.
A lo largo de su trayectoria ha impartido cursos, charlas y sesiones tanto sobre su obra como para estimular la creatividad, con profesionales y jóvenes lectores. Escribe novelas en castellano y catalán, elabora guiones de televisión y celebra sesiones formativas también con profesores. Ha conseguido algunos de los más importantes galardones del ámbito de la LIJ. En 1980 el Premio Lazarillo por la obra El misterio de la isla de Tokland (gracias a ella también fue incluido en la Lista de Honor IBBY en el año 82); el Premio Nacional de Literatura Infantil 1985 por El museo de los sueños. También el Premio Gran Angular (La noche del eclipse), Premio Barco de Vapor (en dos ocasiones, por El misterio de la mujer autómata y El mensaje de los pájaros), Prix Sorcières (Francia) gracias a El guardián del olvido, la distinción de la Jungenbibliothek de Munich por Los espejos venecianos, el Premio Edebé por La Voz de Madrugada, así como la distinción Mejores Libros del Año 1998 por el Banco el Banco del Libro de Venezuela (gracias a La mirada oscura) -entre otros muchos-
En 1997 le fue concedido el Premio Cervantes Chico por el conjunto de su carrera literaria en la Universidad de Alcalá de Henares.
Imagen: www.joanmanuelgisbert.com
"Me gusta entremezclar elementos de la realidad, de lo cotidiano, de lo verosímil, con otros que escapan a ello, elementos especulativos, de tanteo, indemostrables, que exceden de nuestra capacidad actual de percepción, o de lo que hoy entendemos como realidad. Me apasiona poner en contacto los campos del mundo real y los que proceden de lo imaginario”
(En Revista Peonza. Santander, 1994, N 31, P. 25)
La obra Escenarios fantásticos (1979), fue seleccionada en el VI Simposio sobre literatura Infantil y lectura, organizado por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, en junio de 2000 como una de las cien obras de la Literatura Infantil española del siglo XX.
Indispensables en la maleta de Joan Manuel Gisbert
Fabuloso despliegue de ciudades imaginarias, concebidas desde muchos ángulos de la imaginación. Son descritas por un Marco Polo de leyenda a un re-creado Kublai Kan, emperador de los tártaros. Un viaje incomparable por un pequeño/gran universo de ciudades asombrosas y únicas, que son concebibles gracias a las artes de la palabra.
La presencia de este autor era indispensable en esta pentalogía. Tras mucho dudar, la he materializado a través de una obra no muy conocida, que es una extensa y singular antología de la influencia de lo onírico en textos de todos los tiempos, desde los cuentos babilónicos hasta Kafka y Machado, sin omitir al propio Borges.
Un viaje de muchas noches y sueños, virtualmente inacabable y siempre abierto.
El miedo, la obsesión, la angustia y los atisbos de locura impregnan de manera genuina, no impostada, unos relatos extraordinarios y alucinantes creados por un autor que los vivió y sufrió en su propio espíritu, en un grado que muy pocos han llegado a experimentar.
La traducción de Julio Cortázar es un valor añadido a estas narraciones inmortales.
Entre las trilogías o tetralogías de la mejor fantasy, siempre he tenido en especial estima la de Terramar, aunque no es de las más divulgadas. La leí en días muy jóvenes y receptivos, en especial sus tres primeros volúmenes "Los magos de Terramar", "Las tumbas de Atuán" y "La costa más lejana", a los que luego vino a añadirse "Tehanu".
De entre todas las antologías, recopilaciones y colecciones universales de cuentos, leyendas, mitos, fábulas y otras formas narrativas de autoría colectiva, anónima o desconocida, muchas de ellas dignas de figurar en mi maleta intemporal, he escogido Las Mil y Una Noches.
La razón es introspectiva: al entornar los ojos pensando en esas fabulosas recopilaciones, la que más a menudo se presenta en mi memoria es esta, con todas sus resonancias de Oriente.
A través de los hipervínculos puedes descubrir todos los libros firmados por estos autores de los que hemos hablado en Canal Lector,
así como las reseñas de las obras elegidas por Joan Manuel Gisbert.
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