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Elena Jiménez, profesora de la Universidad de Huelva y presidenta de la Asociación Española de Comprensión Lectora, ha calificado de "original y útil" el taller en línea dedicado a familias para fomentar el hábito de la lectura entre los menores de seis años realizado por el Centro Internacional del Libro Infantil y Juvenil ( CILIJ) de la Fundación en Salamanca.
En su habitual espacio " La silla del oso" en el diario La Opinión, de Málaga, la especialista en comprensión lectora sostiene le ha parecido "sorprendente" la noticia de la realización de este l aboratorio didáctico del CILIJ titulado "¡ A leer! Parque temático de lectura para familias con hijos de 0-6 años" también porque " los medios de comunicación apenas se hacen eco de semejante beneficio educativo".
Elena Jiménez comenta que el proyecto del CILIJ se ha afrontado desde un punto de vista teórico-práctico donde las TIC "están presentes como elemento de dinamización, creando un contexto virtual con un amplio abanico de secciones".
Jiménez, que también es miembro del Observatorio de la Lectura en Andalucía, señala que la intención de este taller del CILIJ ha sido "que las familias interactúen y aporten sus experiencias durante las diez horas de duración de este taller, repartidas personalizadamente en el transcurso de dos semanas y media (para facilitar la conciliación laboral y las obligaciones educativas".
Igualmente menciona los objetivos del curso, entre los que reseña
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Poner al día algunas ideas fundamentales en torno a la lectura, su importancia y sus funciones en este tramo de edad.
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Orientar a las familias sobre los temas de interés de sus hijos.
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Facilitarles pautas para que sean capaces de seleccionar buenas lecturas.
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Sugerirles estrategias y actividades para promover el hábito lector de los niños.
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Dar respuesta a las preguntas más comunes que se hacen los padres de niños entre los 0 y los 6 años en torno a la lectura.
En ese sentido se pregunta si se ha perdido totalmente la costumbre de leer a los niños antes de dormir. "Me temo que sí. Espero que no" –subraya–.
"Está demostrado, por ejemplo –aclara–, que leerle un cuento a un niño de tres años antes de dormir le relaja y le ayuda a conciliar el sueño (no creo que a nadie se le ocurra usar como lectura nocturna un cuento del atómico y sacaquicios Bob Esponja) –advierte– amén de favorecer que desarrolle su imaginación" y de afianzar su personalidad ya que "la seguridad y la serenidad que puedan demostrar los padres al leer ayuda a fortalecer el carácter de un niño sano".
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