En 2008 publicó Tic-Tac, considerada su primera obra, que obtuvo el Premio de Cuentos Ilustrados Ciudad de Badajoz. Entre 2009 y 2011 editó Mil millones de tuberías y su segunda parte, Aventuras en espiral. También Cuentos de la mala nieve, en 2010. 

 

En 2014 consiguió el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil gracias a Prohibido leer a Lewis Carroll, obra que obtuvo además el Premio Lazarillo cuando aún era un texto inédito (2012) y el de la Fundación Cuatrogatos de Miami. Este título ha sido incluido también en la emblemática lista White Ravens, elaborada por la Internationale Jugendbibliothek de Munich.

 

Durante la primera fase del proyecto Indispensable en mi maleta, diversos escritores e ilustradores eligieron este título de Diego como uno de los fundamentales en la historia de la LIJ del último siglo. Ahora el propio autor aporta su listado de historias que influyeron decisivamente en su trayectoria como lector y creador.

 

 

Jim Botón y Lucas el maquinista, de Michael Ende

(Noguer)

 

Este libro y su continuación, Jim Botón y los trece salvajes, me han acompañado desde la infancia. Me abrió las puertas al mundo de un autor, Michael Ende, que ha dejado una huella fácilmente rastreable en mis propios libros. Recuerdo la primera vez que leí las páginas dedicadas al personaje de Tur Tur, el gigante aparente, y cómo mis neuronas se pusieron a aplaudir todas juntas. 

 

 

Los cretinos, de Roald Dahl

 

Podría haber elegido Las brujas, Matilda o Charlie y la fábrica de chocolate. Hay quien dice que es una obra menor de Dahl, pero a mí me parece sorprendente, irreverente y, lo más importante, muy divertida. La tengo siempre presente porque me recuerda que nunca llegaré a la altura de Dahl (en ninguno de los sentidos, pues medía 1,98); en cambio, si me descuido, si que puedo ser un poco cretino.

 

 

Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll

 

Las aventuras de Alicia son dos libros que me gusta releer de vez en cuando. Y siempre descubro en ellos algo nuevo. Para mí no son solo dos textos, sino una especie de corpus que incluye las películas, las series, las ilustraciones e incluso las canciones que tienen que ver con los personajes y el mundo creado por Lewis Carroll.

 

 

El maravilloso viaje de Nils Holgersson, de Selma Lagerlöf

 

(Anaya)

 

Primero, como para todos los de mi generación, conocí la serie de animación. Después leí una versión adaptada y por último una traducción del texto íntegro.

Ahora es uno de esos textos que, como Peter Pan, se ha desplazado del lector infantil al juvenil (e incluso al adulto). Es un libro extraordinariamente rico que contiene numerosas historias en su interior. Un texto irrepetible e inolvidable como su autora, Selma Lagerlöf. 

 

 

Leopold. La conquista del aire por Oskar Keks, de Francisco Meléndez

 

(Aura Comunicación)

 

Un libro extravagante y excesivo. Difícil de encontrar en las librerías y, cuando lo encuentras, difícil de colocar en tu estantería por sus dimensiones. Tiene una complicada cabida en el mercado editorial actual porque como álbum es muy extenso. Su texto está caligrafiado por el autor (y por tanto forma parte del dibujo) y Francisco Meléndez, el genial creador de esta y otras maravillas, es un artista esquivo y misterioso. Por estas razones, y otras muchas, es un libro que me encanta reivindicar.