Daniel Montero Galán nació en Madrid en 1981. Su trayectoria como ilustrador ha merecido importantes reconocimientos en eventos nacionales e internacionales, como en CCBF Shanghai International Children´s Book Fair (China), donde fue finalista en 2019 del Golden Pinwheel; en la XVII Bienal de Bratislava (Eslovaquia); Fundación Cuatro Gatos o APIM de ilustración editorial (en todos estos casos por su obra A la vista).
También ha obtenido la Medalla de Bronce en los Independent Publishers Book Awards (categoría libros infantiles ilustrados, por The Lonely Mailman, EEUU; el International Latino Book Award (Mención de honor), por la misma obra, y finalista en los International Book Awards que se celebran en Beverly Hills, EEUU. Igualmente ha sido Mención especial en el Concurso Internacional de Álbum Ilustrado del Cabildo de Gran Canaria.
Ha participado en muestras como Babalunga i Kamalongos (Exposición internacional colectiva de ilustración editorial del Festival Baba Kamo. Centro del Carme. Valencia, 2018); Intensamente azules en Tipos infames. Madrid, 2018; Azul intenso en Estudio 64. Valencia, 2018; Gabinete Zooilógico. Mad Pequeño Planeta 2. Mad is mad. Madrid, 2016; El gran Zooilógico en El armadillo ilustrado., Zaragoza, 2015; Creaturas Mitoilógicas en La Atómica. Valladolid, 2015; Hansel & Gretel (en la Biblioteca de chocolate), exposición colectiva celebrada en la Biblioteca Nacional de España en 2015; o Blanco, amarillo, rojo, negro en Panta Rhei Madrid, 2014.
Según señala en la autobiografía que aparece en la web personal, "su cabeza siempre estuvo llena de pajarracos. Con la edad se iban reproduciendo, y a estos se les fueron sumando todo tipo de criaturas, haciendo un gran estruendo entre graznidos, gruñidos y alaridos, así que decidió trasladarlos al papel para acallarlos. Mantiene un pacto con sus dibujos: ellos viven gracias a él y él vive de ellos. A causa de esta simbiosis, más de una treintena de libros ilustrados a sus espaldas dan la cara por él para atestiguar que lo suyo es vivir del cuento. Ilustrador autodidacta, tonteólogo locurrente, experto en Zooilógia, soñador insomne, creador compulsivo. Juega con todo lo que tiene al alcance de su mano o de su boca. Día a día, y alguna que otra noche, sigue perfeccionando formas espiraloides y rectiformes para mantenerse en forma sin perder las formas. La acuarela compite con el rotulador por tener un papel protagonista sobre sus cartulinas."
