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Verbena y Colibrí
 Fran Pintadera

¿Puede fraguar una amistad entre una flor violeta y un colibrí? El ave cuenta sus múltiples vivencias, observador como un poeta ha podido conocer otras plantas, comportamientos humanos y diferentes animales...Verbena no puede apenas mecerse, pero igualmente permanece atenta a todo lo que ocurre alrededor, a veces cosas pequeñas, siempre maravillosas e intensas. Cuando llega el otoño, la incipiente relación parece condenada a desvanecerse, dada la debilidad que implica el tiempo de la caída de la hoja. Sus miradas vitales son tan dispares como complementarias, pero la amistad ha cristalizado con fuerza y permanecerá para siempre en el recuerdo del pájaro. Tal y como describen los autores en la guía de lectura, en el epílogo del libro, ambos personajes simbolizan la quietud y el movimiento, y permitirán a los pequeños comprender como los contrarios pueden ser compatibles, una bella lección que sin duda contribuye a cimentar una sociedad equilibrada y en armonía. El relato, tan metafórico como pleno de sensibilidad, destaca también por su apartado gráfico, firmado por la siempre brillante ilustradora Ana Sender, en esta ocasión ofreciendo un bellísimo trabajo artesano en el que combina grafito y ceras.

Disfruta de más obras de Fran Pintadera y Ana Sender en Canal Lector

Un año entero
  Isabel Minhós Martins

Los artistas portugueses Bernardo P. Carvalho e Isabel Minhós siempre se han caracterizado por embarcarse en proyectos muy originales, en los que emplean una gran variedad de técnicas pero siempre fieles a un estilo muy reconocible. Conseguir ese sello de calidad constante es algo complicado y que merece todos los elogios, y es algo que vuelven a lograr en este almanaque atemporal que sigue el ritmo del calendario natural de nuestro entorno. Si sabemos emplear a fondo los sentidos observaremos los cambios en las especies y hábitats que se producen en cada estación, con la posibilidad de aceptar el desafío de llevar a cabo las excursiones y "ejercicios" que se proponen para cada momento del año. A través de cuatro tintas se despliega un amplio catálogo de acciones cotidianas en comunión con la naturaleza, desde la cuarta semana de diciembre hasta el amanecer durante el solsticio de invierno del año siguiente. Montajes fotográficos y dibujos que detallan el devenir de pequeños y grandes animales, los movimientos celestes, secretos del bosque y una colección de sugerencias concretas para visitar hábitats destacados en la península ibérica, además de invitaciones al lector para integrar en la agenda sus dibujos e ideas en los espacios destinados a ello... Una original selección de contenidos para disfrutar del medio ambiente todo el año en el que ningún dato escapa a la rigurosidad científica, para lo que la editorial ha contado con asesores cualificados en los campos de la Astronomía, Geología, Entomología o Meteorología, además de una supervisión general a cargo de las biólogas Maria Ana Peixe y Inês Teixeira.

Un año en Villaflor
 Felicita Sala

Ya sabíamos que en la calle Babel, número 10, se cocinan platos de todos los rincones del mundo y que el olor que emana de los fogones, en cada vivienda, despierta el apetito de todo el que se acerca a sus ventanas. Pero desconocíamos que, gracias a la labor colectiva de sus vecinos, el huerto de la comunidad ofrece los mejores productos para llevar a cabo esas recetas. Unidos, como en la fiesta final de aquella aventura también concebida por la artista de origen italiano Felicita Sala, pequeños y mayores cavan, plantan, siembran y recolectan la materia prima con la que elaborar esas creaciones culinarias. Al ritmo que marcan las estaciones del año apreciamos las frutas y verduras de temporada con la oportunidad de emplear cada ingrediente en elaboraciones, sin duda, deliciosas y muy saludables explicadas y dibujadas paso a paso. El colorido proyecto gráfico que acompaña las etapas, elaborado a partir de técnicas artesanales y digitales, desemboca en un completo (y muy útil) inventario de simientes, herramientas básicas, alimentos idóneos en primavera, verano, otoño e invierno, y glosario fundamental del aprendiz de hortelano. Doce exquisitas sugerencias gastronómicas tan atractivas como el diseño que ha aplicado Sala al conjunto del relato.

Versos de calendario
  Juan Carlos Martín Ramos

Nuestra vida es un calendario de momentos únicos e irrepetibles que, especialmente en la infancia, modelan la forma de sentir y ver el mundo. Juan Carlos Martín configura un colmado de pasajes, cotidianos y emocionantes, en el que no faltan escenas que forman parte de la memoria sentimental generación tras generación. Al son de sus versos celebramos la noche de San Juan o la emoción de observar el cielo estrellado en la oscuridad de la naturaleza, de sus palabras surgen enredaderas, crónicas de actualidad, "dialoguillos filosóficos", lecciones de geografía, cuentos de primavera, verano, otoño e invierno, mil maneras de leer, dictados y el recuerdo imborrable de un maestro rural, Don Federico, que "decía la lección mientras flotaba polvo de tiza alrededor". Y por supuesto, como buena receta de sueños perfectos, incluye una delicada sesión de cine de verano. Emociones a flor de piel y palabras de honda belleza en un poemario con más de treinta instantes mágicos capturados a través de un círculo cromático progresivo, acorde al paso del tiempo, ideado por la artista madrileña Teresa Novoa.

Un cuento para cada estación
  Enid Blyton

Cuentos breves, escritos con el dinamismo y delicadeza que caracterizan las obras de esta célebre autora (tal vez menos conocida para las generaciones actuales que para los padres y madres que leyeron las aventuras de los Cinco), por los que desfila una amplia variedad de protagonistas: elementos de la naturaleza, duendes, magos, juguetes, animales y hasta Papá Noel, todos ellos rezuman sabiduría, ingenuidad... También aparecen retratados algunos aspectos negativos como el orgullo, la altivez o la avaricia. Son historias con el tono propio de los relatos tradicionales, en algunos casos con pretensión educativa y que siempre terminan con una apelación directa al lector. La autora escribió buena parte de ellos para su hija y por su estilo y estructura son especialmente adecuados para celebrar sesiones de narración oral. Divididos para compartir a lo largo de cada una de las cuatro estaciones, cada propuesta incluye un par de cándidas ilustraciones sobre los personajes protagonistas y decoraciones ornamentales en las esquinas de las páginas que otorgan especial protagonismo a caracteres fantásticos, plantas, flores y pequeños animales del bosque, todo ello a cargo de la joven artista británica Becky Cameron.

Las estaciones
 Iela Mari

Álbum sin palabras que invita a descubrir sus ilustraciones a través de una lectura pausada, solo a ritmo lento es posible apreciar los cambios e incentivar en el pequeño lector una mirada atenta, curiosa y paciente frente a la naturaleza. El libro no se agota en un primer acercamiento, la complejidad que subyace tras su aparente sencillez abarca un abanico temático que va desde las transformaciones que se producen a lo largo de las cuatro estaciones hasta esbozar apuntes sobre materias más filosóficas como el paso del tiempo, la fugacidad de la vida, la permanencia y los ciclos vitales. El niño espectador no es insensible a estos temas y propuestas como la presente, incluida en el Plan Lector de Portugal y un hit de la LIJ a mediados de los setenta del siglo XX, propicia una excelente oportunidad para charlar con ellos y confrontar ideas y sensaciones.

Cinco avellanas para Ardilla
  Henrike Wilson

La ardilla, para garantizar la supervivencia durante el invierno, esconde algunas avellanas en distintos lugares que le permitirán tener alimento cuando pase el frio. Sin embargo, varios animales observan detenidamente los emplazamientos exactos y proceden a saciar su hambre antes de que los días más gélidos obliguen a los vecinos del bosque a permanecer en sus casas sin poder salir. La autora pone a prueba la sagacidad del lector, que debe permanecer atento para identificar a los autores de estos robos, camuflados entre el paisaje campestre. Un relato desnudo de artificios que capta, a través del simpático periplo de la protagonista, el cambio de tonalidades que se producen en la naturaleza a medida que avanzan las estaciones

 

Tiempo de otoño
 Concha Pasamar

El paso inexorable del tiempo se aprecia a cada instante, en cada estación. Las características principales de las distintas etapas aparecen de repente, en medio de nuestra cotidianeidad. La pequeña protagonista de esta historia nota, en un recreo, la presencia de las hojas en el suelo y las primeras castañas. Ajena al calendario, como se ha vivir en la infancia, es consciente –sin embargo- de la mella que esa velocidad con la que vuelan los días produce en nosotros y en las personas que nos rodean. Se van deprisa instantes mágicos, pero huele a leña y nuevas oportunidades para disfrutar surgirán en las semanas que dicen adiós al verano. Pasamar, gran dibujante y excelente retratista de escenas cotidianas, captura con su estilo brumoso y melancólico una excursión micológica por el bosque, en la mejor compañía, durante los primeros compases de un otoño que invita a reflexionar sobre el pasado, apreciar los pequeños tesoros del día a día y soñar con futuros cálidos, sin dejar de saborear un solo instante el ritmo rojizo y tono lento que caracteriza esta estación. Un álbum conmovedor con un apartado gráfico de profunda y bella estética.

Cuento de otoño
  Jill Barklem

Puede parecer que sólo son árboles pero este frondoso paraíso del que habla Jill Barklem esconde entre sus raíces, y en el interior de los agujeros de sus troncos, un mundo bullicioso habitado por una colonia de ratones. Es el Seto de las Zarzas y, alrededor, las estaciones marcan los cambios: determinan las celebraciones, las excursiones, el momento de la recolección y el punto exacto en el que es preciso trabajar en equipo. La alegría y la aventura, la amistad, el juego y las ricas comidas marcan el día a día en este universo poblado de graciosos y tiernos roedores. Entre aromas de moras y nueces, nos sumergimos en una historia reposada que amerita ser compartida en el preludio del sueño o en uno de esos momentos de intimidad y complicidad que puede brindar el sofá más acogedor de la casa ahora que nos atrapa el otoño. Rosalía, hija del marqués de Rataplás, ha desaparecido entre los campos de maíz. No imagina que sus padres están preocupados, pero ¿quién puede resistirse a una merienda de pasteles y recuerdos o a un paseo por el Bosque de los Castaños? La aventura de la pequeña sirve como hilo conductor para conocer la vida cotidiana de un paraíso natural.

 

El libro del otoño
  Rotraut Susanne Berner

El libro del otoño completa la serie de «Las estaciones» y mantiene las mismas características y personajes que el resto de los títulos. Un álbum de imágenes, sin textos, que presenta distintas situaciones, detalles y escenarios donde el otoño es el protagonista: las hojas se caen de los árboles, la gente ésta abrigada, se celebra un concurso de calabazas, las cigüeñas emigran a otros lugares, las ardillas recogen nueces para tener comida, etc. Cada doble página narra múltiples historias y el niño puede jugar a encontrar objetos, seguir el itinerario de un personaje o imaginar nuevas aventuras.

Ramón
  Jesús Cisneros

Ramón cada domingo hace el mismo camino. Es un día sin lluvia pero sale a pasear por el sendero con su paraguas naranja abierto. En su recorrido se encuentra con el pianista junto a la orilla del lago, ve a la chica de la bicicleta, entre los árboles saluda al señor que cuenta las hojas en otoño e incluso, más tarde Ramón saluda al Ramón del estanque. Jesús Cisneros consiguió con esta obra el prestigioso Premio Lazarillo de ilustración 2007.  Las pinceladas poéticas de la narración y las tonalidades ocres predominantes en la ilustración se entrelazan en perfecta armonía.

Cuando llega la señora Otoño
  Mireia Canals

La señora Otoño llega cada año con sus bolsillos repletos de cosas nuevas y sorprendentes. Con este cuento de otoño se explica a los niños esta estación del año, y se les muestran los colores que la identifican, el tiempo atmosférico que acompaña y los elementos de la naturaleza que mejor la representan, como las setas, las castañas, las piñas del bosque, las calabazas y los caracoles. Además, el texto está escrito en mayúsculas y en cursiva, para que los niños se acostumbren a la escritura manual, y presenta al final un vocabulario en inglés y español.

Frederick
  Leo Lionni

La hacendosa hormiga de la fábula opinaría que Frederick es un ser improductivo como la cigarra. En lugar de recoger semillas, recoge rayos del sol, colores y palabras para pasar el invierno. Frederick es un artista, un poeta, que simboliza la necesidad del arte y de la literatura en nuestras vidas. La propuesta plástica que acompaña al texto es un expresivo collage a tono con la historia.

La estación de las hojas
 Isabel Ruiz Ruiz

De repente, la estación se desnuda y surgen los miedos ¿Volverá la naturaleza a ser como antes? La niña protagonista asiste al cambio de un ciclo, metáfora de la incertidumbre ante los nuevos retos, en una historia concebida en prosa poética, e ilustrada con imágenes compuestas a página completa en tonos pastel, en donde todo el protagonismo recae en la mirada de la pequeña ante el movimiento de las hojas y de lo que esto conlleva, una revolución en el entorno. Editado con delicadeza en papel de gran gramaje está orientado a los pequeños lectores, aunque posee dos niveles de lectura.

El otoño del árbol cascarrabias
  Sergio A. Sierra

Un árbol es el único refugio y espacio de juego que tienen los niños del barrio. Por eso, se suben a él, parten sus ramas, lo lastiman. Además, en otoño se le caen las hojas y se siente desprotegido. Un día, los técnicos de parques y jardines del Ayuntamiento les dicen a los niños del barrio que el árbol se está muriendo y lo van a cortar. Pero esa misma noche surge algo especial y el árbol recupera la alegría de vivir.

Otoño azul
 José Ramón Ayllón

Conmovedora novela de crecimiento, de búsqueda del sentido del dolor y de la propia existencia, de amistad entregada, de amor adolescente, de aprendizaje y descubrimiento de los propios sentimientos, debilidades y certezas. Un relato que viene a recordarle al lector –sin paternalismos ni mensajes explícitos– que la juventud no es sólo rebeldía, juerga desenfrenada y falta de ideales sólidos. También puede ser signo de compromiso, de solidaridad, de pasiones compartidas. Con una calidad literaria fina y sólida y un gran conocimiento de la juventud y del entorno escolar, Ayllón construye una vez más una historia excelente para recordar y compartir.

Antón y las hojas
 Ole Könnecke

Podría parecer que esta no es una historia interesante. Pero es que la hoja verdaderamente no se deja atrapar. Así que un niño tras otro ayudan a Antón en su cometido. Pero aún así, la cosa está difícil. Por fin, todos los niños del parque tratan de alcanzarla pero, al final... sucede algo inesperado. Historia sencilla y bien contada que nos incita a pasar las páginas para ver si el protagonista consigue lograr su objetivo: atrapar una hoja que se la lleva el viento. La situación se vuelve cómica e incluso hace que nos sintamos identificados con el tenaz protagonista. Segundo álbum protagonizado por este cercano y afable personaje, resulta tan simpático como bien construido.

Adivina cuánto te quiero en otoño
 Sam McBratney

Cuando llega el otoño caen las hojas de los árboles y el viento arrastra todo lo que se le pone por delante. Esta vez la pequeña liebre color avellana descubre una caja y, después de saltar sobre ella y arrastrarla, decide meterse dentro para dar un gran susto a la gran liebre color avellana, que cree que lo que se acerca es el monstruo de la caja. Una aventura más de estas dos entrañables liebres que esta vez tiene lugar en el idílico otoño. A través de sus juegos y correrías enseñan a los más pequeños lo grande del amor entre madre e hijo.

 
 
 
 
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