A lo largo de los últimos años, Canal Lector ha estado muy involucrado en analizar y compartir todas las novedades que se producen en uno de los movimientos más sugerentes de cuantos han surgido en la cadena lectora. Los bookstagrammers han sido, por ejemplo, protagonistas en las dos últimas ocasiones en que Fundación Germán Sánchez Ruipérez ha diseñado parte de las actividades orientadas a jóvenes en la Feria del Libro de Madrid.

Junto a Instagram y varios conocidos escritores e ilustradoras (David Lozano, Roy Galán, May R. Ayamonte, Susie Hammer o Alicia Aradilla); FGSR también desarrolló un proyecto, en colaboración con el periódico 20 minutos, en el que se "revisitaban" algunos clásicos de la literatura a través de esta conocida red social. Igualmente hemos estado implicados en la organización del I Encuentro de Bookstagrammers y Booktubers celebrado en Vitoria en octubre de 2019.

Con la sección Lectores apasionados tratamos de dar voz y conocer en profundidad los perfiles que se esconden detrás de algunas de las mejores cuentas que comparten imágenes y recomendaciones literarias con miles de seguidores a diario, también booktubers que, en su mayor parte, han terminado por desembarcar en este otro canal artístico para realizar sus prescripciones literarias. Todos coinciden en señalar que, junto a James Trevino, Elizabeth Sagan es uno de los nombres más influyentes, en algunos casos incluso la razón principal por la que se decantaron a crear una cuenta de bookstagram. Hemos tenido la oportunidad de entrevistar a esta joven rumana para conocer sus metodologías de trabajo y opiniones en torno al momento actual. 

Hola Elizabeth, gracias por conectarte y responder a nuestras preguntas. ¿Cómo fueron tus inicios en el mundo de Instagram? ¿Ya usabas esta red para compartir otras aficiones o conectarte con amigos?

Abrí mi cuenta a principios de 2016 para volver a conectarme con el mundo editorial después de una larga caída en mi hábito lector. Antes tenía un blog de libros, que cerré cuando decidí obligarme a dejar de leer ficción para poder concentrarme en cosas más “importantes” y “serias”. Cuando eso falló y me di cuenta de que estaba cayendo en una depresión, comencé a leer libros nuevamente, pero después de un descanso tan largo, ya no tenía idea de lo que se estaba publicando. Necesitaba que la gente me dijera qué era nuevo y qué estaba de moda, y así fue como descubrí Bookstagram. Instagram siempre ha sido para mí un lugar para compartir libros. Si no hubiera comenzado este viaje en este nicho, no creo que me hubiera subido a la plataforma en absoluto.