Un libro apropiado para esos momentos en los que todo parece tambalearse a base de autoexigencia y negatividad. Un regalo perfecto para alguien que está pasando una mala racha. Una forma cariñosa de dar un consejo a un amigo: relájate y disfruta de lo sencillo, de lo pequeño e insignificante, de saberte el texto de tu papel, o de escuchar que hay alguien en casa cuando abres la puerta. No te compliques ni pidas mucho a la vida y ella siempre se encargará de darte más. En pequeñas dosis de confianza y seguridad, pero siempre más.Un libro apropiado para esos momentos en los que todo parece tambalearse a base de autoexigencia y negatividad. Un regalo perfecto para alguien que está pasando una mala racha. Una forma cariñosa de dar un consejo a un amigo: relájate y disfruta de lo sencillo, de lo pequeño e insignificante, de saberte el texto de tu papel, o de escuchar que hay alguien en casa cuando abres la puerta. No te compliques ni pidas mucho a la vida y ella siempre se encargará de darte más. En pequeñas dosis de confianza y seguridad, pero siempre más.
Sentirse seguro es un pulgar y una manta
Sentirse seguro es tener a alguien en quien apoyarse. Sentirse seguro es saber que no te van a preguntar. Sentirse seguro es conocer a la canguro. Sentirse seguro es llevar los calcetines iguales. Sentirse seguro es saber que todavía eres joven. Sentirse seguro es tener tu propia casa. Sentirse seguro es tener la partitura delante. Sentirse seguro es tener un hermano mayor.