Ranilda se ve reflejada en el agua de la charca y no le gusta nada su aspecto. Se ve fea. El galápago le dice que igual es un príncipe encantado y que necesitaría ser besada por una bella doncella para recuperar su condición humana. Ranilda decide ir en busca de esa doncella para probar suerte y ver si así soluciona su problema. Pero las mujeres con las que se topa en el camino no le son de gran ayuda, hasta que encuentra a una linda muchacha. ¿Llegará Ranilda a sentirse guapa con un beso suyo? Una historia, a modo de fábula, sobre la imagen que tenemos de nosotros mismos y la autoestima. Puede dar mucho juego para trabajar con los lectores, que dará pie a hablar de nuestras virtudes y de aquello que a los demás les gusta de nosotros y que igual no sospechamos.
Ranilda se ve reflejada en el agua de la charca y no le gusta nada su aspecto. Se ve fea. El galápago le dice que igual es un príncipe encantado y que necesitaría ser besada por una bella doncella para recuperar su condición humana. Ranilda decide ir en busca de esa doncella para probar suerte y ver si así soluciona su problema. Pero las mujeres con las que se topa en el camino no le son de gran ayuda, hasta que encuentra a una linda muchacha. ¿Llegará Ranilda a sentirse guapa con un beso suyo? Una historia, a modo de fábula, sobre... Seguir leyendo
Ranilda
En una tranquila charca vivía Ranilda, una rana que siempre estaba triste porque no le gustaba su aspecto. Una tarde abandonó su piedra y fue a ver al galápago para pedirle consejo.
–Galápago, soy tan fea que no soporto mirarme en el agua.
–¡A lo mejor eres un príncipe encantado!
Ranilda escuchaba boquiabierta. El galápago, aguantándose la risa, continuó.
–Pues si es eso... ¡sólo recuperarás tu forma humana si consigues que una doncella te bese!
Ranilda echó a andar o, mejor, a saltar hacia la aldea.