He secuestrado a la profesora
El móvil suena implacable. Subida en la moto, en compañía del Vespa, sin casco e intentando esquivar a los municipales resulta imposible apagarlo. Se trata de una pesadilla, desde luego, pero lo que le espera es incluso peor que una pesadilla. Suena el despertador y toda la familia se pone en marcha.