Un niño no descubre por cuenta propia un texto poético. La lectura de poesía debe ser provocada. Y para eso es necesario que resulte estimulante y que logremos transmitir (sin traicionar) su sentido. En cada uno de los breves poemas chinos recogidos en este libro convergen lo próximo y lo distinto: aquella experiencia vivida que trasciende lenguas y culturas, junto con esa especificidad que nos resulta tan diferente como atractiva. En definitiva, una oportunidad para que niños y adultos disfruten del placer sensual de la palabra.
Un niño no descubre por cuenta propia un texto poético. La lectura de poesía debe ser provocada. Y para eso es necesario que resulte estimulante y que logremos transmitir (sin traicionar) su sentido. En cada uno de los breves poemas chinos recogidos en este libro convergen lo próximo y lo distinto: aquella experiencia vivida que trasciende lenguas y culturas, junto con esa especificidad que nos resulta tan diferente como atractiva. En definitiva, una oportunidad para que niños y adultos disfruten del placer sensual de la palabra.
Claro de Luna
El nido de pájaros
¡Hermanos, hermanos!
¡Subamos al árbol!
¡Vamos a asaltar el nido de pájaros!
¿Qué hay dentro del nido?
Hay tres huevos;
ellos también son hermanos.
La primavera está en todas partes.
El nido de pájaros,
dulce hogar.
¡Dejemos el nido en paz!
En la primavera
hay muchas diversiones más.
Pronto saldrán los pájaros de su cascarón
y colmarán todo el árbol con su canción.