Las ansias de cambio de los animales son hábilmente reconducidas gracias al sentido común de la protagonista. El texto refleja el sentimiento perpetuo de insatisfacción propio de la raza humana. Es reseñable el alegato final contra las experiencias genéticas. El cambio de papeles entre los animales y el contraste de elementos de la realidad urbana en la selva llenan de humor las ilustraciones.Las ansias de cambio de los animales son hábilmente reconducidas gracias al sentido común de la protagonista. El texto refleja el sentimiento perpetuo de insatisfacción propio de la raza humana. Es reseñable el alegato final contra las experiencias genéticas. El cambio de papeles entre los animales y el contraste de elementos de la realidad urbana en la selva llenan de humor las ilustraciones.
La Selva de Sara
¡¡¡BROOOUMMM!!! El ruido de la catarata despertó a Sara. Sara vivía feliz en la selva. Un día fue a la sabana a visitar a su amiga la jirafa. La jirafa estaba triste porque quería ser una cebra y tener el cuello corto. -Una cebra no puede alcanzar las hojas de los árboles -dijo Sara. Y la jirafa se alegró de tener el cuello tan largo.