Acciones cotidianas típicas de los niños más pequeños aparecen en este álbum protagonizadas por monstruos divertidos y apacibles, que sólo necesitan que se les eduque bien, que se les enseñe a hacer las cosas como es debido. El narrador de esta historia invita al lector a ¡educar! a los monstruos, a enseñarle buenos modales para que su comportamiento sea el adecuado.
Acciones cotidianas típicas de los niños más pequeños aparecen en este álbum protagonizadas por monstruos divertidos y apacibles, que sólo necesitan que se les eduque bien, que se les enseñe a hacer las cosas como es debido. El narrador de esta historia invita al lector a ¡educar! a los monstruos, a enseñarle buenos modales para que su comportamiento sea el adecuado.
Monstruo ¡sé bueno!
¡NO TE ASUSTES! Hoy estás a cargo de los monstruos. Si les dices cómo tienen que comportarse, te harán caso. Si un monstruo es ruidoso, susúrrale al oído: "SILENCIO!" Si un monstruo está hambriento, dale una cuchara y un tenedor y dile: "¡MASTICA LA COMIDA!" Si un monstruo es abusón, dile: "¡HAY QUE HACER TURNOS!" Si un monstruo es malo, márchate y dile: "¡ADIÓS!"