Las experiencias de cambio son siempre complicadas en la infancia; el niño, para su desarrollo, precisa de rutinas, que le proporcionan seguridad, certeza y estabilidad. Por eso, los cambios que implican el abandono de los espacios frecuentados y las personas a quienes está vinculado suponen un proceso cercano al duelo, con sus fases de miedo, extrañeza, tristeza, aceptación y superación. Y es que para que una casa se convierte en un hogar se precisa del poso de tiempo, que procura recuerdos y fija afectos. Algo de todo esto le sucede a la pequeña mofeta protagonista de la historia que nos ocupa, que anda tristona porque no reconoce su nuevo barrio, extraña su antiguo cole y aún no ha hecho amigos. Pronto descubrirá que en todos los lugares hay oportunidad de disfrutar y volver a sentirse como en casa.
Las experiencias de cambio son siempre complicadas en la infancia; el niño, para su desarrollo, precisa de rutinas, que le proporcionan seguridad, certeza y estabilidad. Por eso, los cambios que implican el abandono de los espacios frecuentados y las personas a quienes está vinculado suponen un proceso cercano al duelo, con sus fases de miedo, extrañeza, tristeza, aceptación y superación. Y es que para que una casa se convierte en un hogar se precisa del poso de tiempo, que procura recuerdos y fija afectos. Algo de todo esto le sucede a la... Seguir leyendo
Mi nueva casa
Nos acabamos de mudar y me siento muy lejos de casa.
Me gustaba mi antigua casa. Aquí todo es nuevo y un poco raro. No me gusta.
Lo nuevo da miedo... y a veces te hace sentir solo.
Mi padre dice que no me preocupe. Dice que cuando menos lo espere... ¡encontraré nuevas aventuras!