Arán es una ciudad donde apenas llueve. La sequía afecta tanto a los hombres como al resto de seres vivientes. Mizu, un joven muy sensible hacia el dolor de los demás, ayuda a varios animales que estaban malheridos. Junto a ellos trata de conseguir que las nubes no pasen de largo y dejen un poco de agua. Las autoras consiguen, con una historia sencilla y llena de sensibilidad, concienciar del grave problema que supone la falta de recursos hídricos.
Arán es una ciudad donde apenas llueve. La sequía afecta tanto a los hombres como al resto de seres vivientes. Mizu, un joven muy sensible hacia el dolor de los demás, ayuda a varios animales que estaban malheridos. Junto a ellos trata de conseguir que las nubes no pasen de largo y dejen un poco de agua. Las autoras consiguen, con una historia sencilla y llena de sensibilidad, concienciar del grave problema que supone la falta de recursos hídricos.
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