En casa de la abuela el reloj de pie no funciona. Pero para la abuela eso no es un problema porque tiene otros muchos relojes que le dicen la hora que es. En esta emotiva historia, contada con un lenguaje muy sencillo, se muestra al lector la idea del reparto del tiempo, reflejado a través de unas ilustraciones muy expresivas que inundan de sensaciones y emociones el relato.
En casa de la abuela el reloj de pie no funciona. Pero para la abuela eso no es un problema porque tiene otros muchos relojes que le dicen la hora que es. En esta emotiva historia, contada con un lenguaje muy sencillo, se muestra al lector la idea del reparto del tiempo, reflejado a través de unas ilustraciones muy expresivas que inundan de sensaciones y emociones el relato.
El reloj de mi abuela
En casa de la abuela hay un reloj de pie, pero no funciona. Las manillas de su enorme esfera nunca se mueven. Una vez, abrí la puerta delantera para ver por qué, y no encontré más que un paraguas, un bastón y un cuadro del rey Zog.