Las condiciones son perfectas para una buena sesión de historias terroríficas: ha estallado una tormenta, el abuelo está inspirado y su nieto expectante por escuchar de su boca los increíbles relatos que marcaron parte de su infancia. Son cuentos que hablan de brujas (por supuesto con verruga); esqueletos hambrientos que cobran vida, repelentes personajes sobrenaturales, espíritus errantes e incluso canales fantasmagóricos en streaming. Una mistura perfecta de terror y humor que recupera parte del imaginario de un autor tan fundamental como, tal vez, insuficientemente reivindicado en el campo de la literatura infantil del siglo XX. Blackie Books regala al lector de hoy la oportunidad de estremecerse, de amar (y temer) de manera definitiva a los personajes más espectrales de la cultura popular, a través de esa colección de recuerdos enlazados, contados por el anciano a través de flashbacks, y que culminan, en cada caso, sembrando la semilla de la curiosidad para descubrir, a la vuelta de la página, el resto de aventuras. El apartado gráfico también es obra de James Flora, que utiliza una escala cromática reducida y variadas onomatopeyas que acentúan tanto el carácter caricaturesco de los personajes fantásticos como la sorpresa permanente del niño. Un nuevo indispensable para la biblioteca familiar que los editores proponen con la serie Gran Literatura para pequeños lectores.
Las condiciones son perfectas para una buena sesión de historias terroríficas: ha estallado una tormenta, el abuelo está inspirado y su nieto expectante por escuchar de su boca los increíbles relatos que marcaron parte de su infancia. Son cuentos que hablan de brujas (por supuesto con verruga); esqueletos hambrientos que cobran vida, repelentes personajes sobrenaturales, espíritus errantes e incluso canales fantasmagóricos en streaming. Una mistura perfecta de terror y humor que recupera parte del imaginario... Seguir leyendo
Cuentos de fantasmas del abuelo
¡CRAG! ¡BUUUUM-BUUUM!
Los truenos resquebrajaban el cielo y la lluvia sacudía las ventanas.
Un lobo aullaba. Un árbol cayó al suelo.
Fuera, en la noche, se desataba una tormenta terrible.
La casa del abuelo crujía lamentándose.