Catorce ediciones ya del prestigioso Premio de poesía para niños/as Ciudad de Orihuela, galardón con el que se reconoce a las mejores obras infantiles en verso que se publican para este segmento de edad. El jurado, en esta ocasión, tuvo que elegir entre más de 150 aspirantes y su decisión fue unánime, justificada en el acta de entrega por “su riqueza expresiva, gran calado lírico junto a poemas plenos de ingenio y sensibilidad y el dominio formal tanto del verso libre como de las estrofas clásicas". Lo cierto es que hay un aroma de antaño en la propuesta, ecos de un mundo perdido, el del circo, que hoy día solo podemos revivir en nuevos formatos adaptados a los tiempos, lejos de aquellas carpas itinerantes pobladas de artistas y profesiones lamentablemente en peligro de extinción. Así, entre sus versos desfilan retratos de acróbatas, equilibristas, payasos, niños bala, tragasables, funambulistas, ilusionistas, amazonas, pitonisas... Protagonistas que viven en el imaginario colectivo de anteriores generaciones y que, gracias a proyectos como este, pueden conocer también los lectores infantiles de hoy. Humor, emociones a flor de piel, reflexiones sobre elementos propios del mundillo circense… La autora ejerce de caller para incitarnos a visitar la carpa y conocer a la gran familia nómada que vive en ella. Ureña también aporta catorce luminosas láminas en las que retrata alguna de las peripecias de los actores principales de esta obra,
Catorce ediciones ya del prestigioso Premio de poesía para niños/as Ciudad de Orihuela, galardón con el que se reconoce a las mejores obras infantiles en verso que se publican para este segmento de edad. El jurado, en esta ocasión, tuvo que elegir entre más de 150 aspirantes y su decisión fue unánime, justificada en el acta de entrega por “su riqueza expresiva, gran calado lírico junto a poemas plenos de ingenio y sensibilidad y el dominio formal tanto del verso libre como de las... Seguir leyendo
CIRCO
Génesis
Una vez fue el principio
y después
todo quiso ordenarse,
los cielos fueron cielos,
la tierra se hizo tierra,
y el agua se hizo limpia
y transparente
como el agua.
La noche se tornó oscura
y guardó silencio,
y el día
se quedó con las cigüeñas
y la hora del té.