El naranjo ha crecido y ofrecido sus frutos en esta tierra, es testigo de todo lo que pasa alrededor y, en consecuencia, también "sufre" las ocurrencias de todo aquel que deambula por sus territorios o busca aprovechar sus virtudes. Un perro incontinente, los pájaros hambrientos, un jardinero caprichoso, los insectos de la primavera... Hasta que llega un momento en el que la paciencia del protagonista se acaba. Es entonces cuando asistimos a su planificada venganza y posterior huida, un periplo descacharrante en el que nos cruzaremos, entre otras cosas, con personajes que seguro conoces y emociones poco habituales para un árbol. ¿Echarán de menos todos los personajes de esta historia a su fuente inagotable de satisfacciones? Un imaginativo y muy divertido relato, cincelado bajo el peculiar y muy reconocible estilo del joven artista visual italiano, que ya nos sorprendió con sus propuestas en títulos como La ciudad de las listas, Contar o La entrada de Cristo en Bruselas, entre otros, al ritmo de unas pocas palabras, suficientes para dotar de gran ritmo a la acción y despertar la curiosidad y el buen humor en todo aquel lector curioso que se sumerja entre sus páginas.
El naranjo ha crecido y ofrecido sus frutos en esta tierra, es testigo de todo lo que pasa alrededor y, en consecuencia, también "sufre" las ocurrencias de todo aquel que deambula por sus territorios o busca aprovechar sus virtudes. Un perro incontinente, los pájaros hambrientos, un jardinero caprichoso, los insectos de la primavera... Hasta que llega un momento en el que la paciencia del protagonista se acaba. Es entonces cuando asistimos a su planificada venganza y posterior huida, un periplo descacharrante en el que nos cruzaremos,... Seguir leyendo