Reeditado en innumerables ocasiones desde su primera aparición en España, allá por 1978, la historia de Momo, una niña menudita y desgreñada que aparece en los suburbios de una gran ciudad, ha fascinado a lectores desde la generación X hasta la actual. Con motivo del cincuenta aniversario de su publicación se ofrece con una nueva traducción y las siempre fascinantes propuestas gráficas de Fernando Vicente, que complementa el célebre relato con una colección de láminas de gran belleza. El añorado autor alemán construyó el relato de la pequeña como crítica al consumismo y a la alocada y frenética vida del mundo occidental. Entre los habitantes de la zona corre la voz sobre la extraña y beneficiosa presencia de este personaje en los alrededores, sobre todo porque posee un don extraordinario: sabe escuchar a todos, viejos y niños, perros y gatos, grillos y ranas. Con ayuda de la tortuga Casiopea se enfrentará a los hombres grises, ladrones del tiempo, a los que vencerá para devolver al pueblo el tiempo robado. Una novela fantástica repleta de enigmas, una de las cimas literarias de Ende junto a La historia interminable y Jim Botón y Lucas el maquinista, ambas seleccionadas por autores e ilustradores como dos de las más importantes de la historia de la LIJ en el ciclo organizado por Canal Lector.
20 obras imprescindibles de Michael Ende
Reeditado en innumerables ocasiones desde su primera aparición en España, allá por 1978, la historia de Momo, una niña menudita y desgreñada que aparece en los suburbios de una gran ciudad, ha fascinado a lectores desde la generación X hasta la actual. Con motivo del cincuenta aniversario de su publicación se ofrece con una nueva traducción y las siempre fascinantes propuestas gráficas de Seguir leyendo
MOMO
Una ciudad grande y una niña pequeña
En los viejos viejos tiempos, cuando los seres humanos aún hablaban en otras lenguas, completamente diferentes, ya existían grandes y espléndidas ciudades en los países cálidos. En ellas se levantaban los palacios de reyes y emperadores, había calles anchas, callejones estrechos y callejuelas intrincadas, se alzaban templos magníficos con estatuas de dioses de oro y mármol; había mercados multicolores donde se ofrecían mercancías de todos los rincones del mundo y plazas bellas y espaciosas en las que los ciudadanos se reunían para comentar las novedades y pronunciar o escuchar discursos.