Una vez más el escritor y la ilustradora nos ofrecen una historia de un niño inquieto, con sus miedos infantiles. La aventura está basada en el poder de la imaginación del protagonista para inventar un dinosaurio y convertirlo en su protector. La relación que se crea entre ambos ayuda al niño a crecer, a madurar y a ser responsable. Los más pequeños se podrán identificar con Ricardo, con sus fantasías y temores. Las ilustraciones, en completa armonía con el texto, nos trasladan a un mundo fantástico e intemporal. Una vez más el escritor y la ilustradora nos ofrecen una historia de un niño inquieto, con sus miedos infantiles. La aventura está basada en el poder de la imaginación del protagonista para inventar un dinosaurio y convertirlo en su protector. La relación que se crea entre ambos ayuda al niño a crecer, a madurar y a ser responsable. Los más pequeños se podrán identificar con Ricardo, con sus fantasías y temores. Las ilustraciones, en completa armonía con el texto, nos trasladan a un mundo fantástico e intemporal.
Ricardo y el dinosaurio rojo
Ricardo y mamá nadaban y chapoteaban en el río. Era un río tranquilo y poco profundo, de aguas transparentes. Papá iba y venía a lo largo de la orilla, haciendo fotos. A papá le gustaba fotografiarlo todo.